Las cooperativas de trabajadorxs - empresas administradas democráticamente que son propiedad de lxs trabajadorxs y operadas por ellxs, son fundamentales para construir una economía solidaria basada en el control y la riqueza de la comunidad. Crean empleos de calidad y generan riqueza entre quienes construyen el valor de una empresa: lxs trabajadorxs. En todo el mundo, las cooperativas de trabajadorxs han demostrado ser escalables, más productivas que las empresas convencionales, más resilientes en tiempos de crisis y un factor clave para generar oportunidades económicas y comunidades en crecimiento enfocadas en la equidad y la democracia.

El movimiento cooperativo de trabajadorxs de la Ciudad de Nueva York está formado por gente común, vecinxs, personas de color e inmigrantes en los cinco condados.
Al trabajar en todas las industrias, nosotrxs representamos muchas nacionalidades, culturas e identidades de género. Estamos arraigados en los principios cooperativos internacionales y en valores compartidos de equidad, ayuda mutua y democracia.

Nosotrxs nos apoyamos en un legado profundo de resiliencia económica, cooperación y ayuda mutua en las comunidades BIPOC, y también obtenemos sabiduría de lugares alrededor del mundo que tienen economías cooperativas profundamente arraigadas. Desde Tokio hasta Montreal, dondequiera que las cooperativas hayan prosperado, han trabajado juntas en todos los sectores para formar ecosistemas de economía solidaria. Imaginamos un gran acceso a las tierras de propiedad comunitaria asequibles para las viviendas, empresas cooperativas e instituciones comunitarias. Imaginamos un mundo donde cada trabajador tenga acceso a financiamiento y educación para ser dueño de su propio negocio cooperativo y controlar las condiciones de su trabajo. Imaginamos un mundo sin prisiones, policía o ICE. Visualizamos una ciudad con una cooperativa de trabajadorxs en cada cuadra, donde las instituciones y los negocios tradicionales, desde hospitales hasta farmacias y tiendas de arte, siguen el modelo cooperativo y constituyen cadenas de valor cooperativas.

Estamos creando las condiciones para que nuestras comunidades prosperen a través del control comunitario. Nosotros necesitamos:

• Acceso a capital para que las cooperativas de trabajadorxs emerjan, crezcan y prosperen de manera sostenible;

• Acceso a tierras controladas democráticamente para que las comunidades y los espacios comerciales sean asequibles y estables;

• Educar a lxs neoyorquinxs de todas las edades sobre el movimiento de propiedad-sociedad de lxs trabajadorxs y la economía solidaria, y ampliar la asistencia técnica a las cooperativas de trabajadores; y

• Una ciudad que compre e invierta conscientemente y priorice la contratación con cooperativas de trabajo.

En medio de una pandemia global, las divisiones económicas cada vez más profundas, una crisis climática que empeora y la injusticia social y racial en curso, Nueva York se encuentra en un precipicio histórico. Tenemos la oportunidad de redefinir nuestros valores, una oportunidad de reconstruir, recrear y re-imaginar una Nueva York para la gente y controlada por la gente. Los héroes y protagonistas de nuestra ciudad son las personas que construyen relaciones más profundas entre todos los sectores de nuestra economía local y luchan por la justicia.

Nosotrxs podemos crear este mundo si nos comprometemos a hacer la transición de nuestra economía fuertemente extractiva a una basada en la solidaridad, de un mundo basado en la competencia a uno basado en la cooperación. El momento del control local es ahora. Nuestro futuro es cooperativo. Así es como nosotrxs lo hacemos.